Jamás entenderá la magnitud de la gloria de la salvación que se nos ha dado en la persona y obra de nuestro Señor Jesucristo, aquel que no conozca la profunda dimensión de nuestra unión con Cristo. La obra de Jesucristo nos ha dado completa y perfecta salvación, en función de haber sido unidos por el Padre en el Hijo - eso es, escogidos en Él - antes de la fundación del mundo (1 Corintios 1.30; Efesios 1.3). El Padre le ha dado un pueblo al Hijo (Juan 17.6), y ese pueblo es eficaz y plenamente salvo en el Hijo (Romanos 8.29-30) . Jesucristo es nuestra justificación, santificación y redención ¡Gloria a Dios por tan grande salvación! Corramos pues en la fe de aquel que nos amó y nos vistió de su salvación.
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